
La activista iraní Masih Alinejad (Ghomi Kola, 49 años) ha pagado un alto precio por su lucha en favor de los derechos humanos de las mujeres de su país. Exiliada en Estados Unidos desde 2009, vive bajo protección del FBI. En cuatro años ha cambiado de casa 21 veces, después de que sicarios contratados por el régimen iraní trataran de asesinarla en Nueva York. Así lo sentenció un tribunal federal el pasado 29 de octubre, cuando condenó por ello a dos hombres de nacionalidad rusa a 25 años de cárcel. Convertida en bestia negra del régimen islámico de su país por el impacto de sus exitosas campañas en redes sociales contra el velo obligatorio, Alinejad quiere ahora ampliar su lucha “contra todas las dictaduras”. Ese es el objetivo del World Liberty Congress (Congreso Mundial de la Libertad), que ha presentado este martes en Madrid con el opositor venezolano Leopoldo López. En una entrevista en la sede de la World Law Foundation de la capital española se ha mostrado exultante. Cree que, en Irán, “el Muro de Berlín del velo” y, con él, el régimen islámico de su país, están cerca de caer.






