
El Presidente recibirá esta noche al exmandatario junto a Karina Milei. En el oficialismo aseguran que el clima cambió: tras el triunfo electoral y el encuentro con los gobernadores, el libertario ya no siente la necesidad de abrir el gabinete al PRO.
Un Javier Milei empoderado volverá a recibir esta noche a Mauricio Macri en la quinta de Olivos, en un encuentro que se concretará en medio de la reestructuración del gabinete libertario y de la búsqueda de consensos legislativos para avanzar con las reformas laboral, tributaria y del Código Civil. Será la primera cena entre ambos después de las elecciones legislativas del domingo, en las que La Libertad Avanza se consolidó como primera fuerza nacional.
Si bien inicialmente estaba previsto un almuerzo, la cita se reprogramó para después de las 20. El Presidente volverá a oficiar de anfitrión probablemente con su ya tradicional menú de milanesas y ensalada. A diferencia de los encuentros previos, no se espera que esté Guillermo Francos, el jefe de Gabinete que ofició como mediador en la recomposición del vínculo entre ambos dirigentes. Sí participará la secretaria general de la Presidencia Karina Milei, figura clave en el círculo presidencial.

En el entorno libertario admiten que el clima cambió: después de la victoria, la idea de un gobierno compartido con el PRO perdió fuerza. “Hoy no necesitamos ampliar, sino ordenar lo que tenemos”, deslizó un funcionario de Casa Rosada. Milei valora el diálogo con Macri, pero cerca suyo aseguran que no está dispuesto a ceder espacios de poder.
“Yo lo que pondero mucho es que él siempre se acercó con generosidad, me aportó elementos de su experiencia, algunos los tomé, otros no los tomé. Algunos de sus consejos me resultaron muy importantes, hay toda una serie de cuestiones”, dijo el Presidente en su entrevista de anoche con A24, en la que buscó mostrar sintonía con su antecesor pero al mismo tiempo dejar en claro los límites del vínculo.
La designación de Pablo Quirno como canciller fue otro punto de inflexión. El economista, formado en Wharton y exdirector del JP Morgan, llegó al Palacio San Martín con el aval directo de Luis Caputo y el respaldo del propio Presidente, desplazando la posibilidad de que Macri ubicara allí a un hombre propio. En la Casa Rosada leyeron ese movimiento como una señal inequívoca: el PRO no tendrá control sobre áreas sensibles de la política exterior ni de la economía, las dos palancas de poder que el expresidente más codiciaba.

Macri, por su parte, llegó al encuentro con un tono más conciliador, aunque sus declaraciones públicas en los últimos días generaron ruido en la Casa Rosada. “Hace falta más músculo en la gestión y en el diálogo”, dijo el miércoles desde Chile, durante una exposición del holding financiero BICE Corp. En Balcarce 50 respondieron con ironía: “Es lo que tiene que hacer, hablar de 2027. No nos preocupa para nada”.
La ausencia de Francos esta noche no pasa inadvertida. El ministro coordinador venía siendo el principal canal de comunicación entre el Presidente y el fundador del PRO, pero en las últimas semanas su futuro pareció verse amenazado por el avance de Santiago Caputo, el asesor político de máxima confianza de Milei. En la interna libertaria se percibe un cambio de fase: Francos conserva la relación institucional con los gobernadores, pero Caputo domina la estrategia política y busca diseñar del nuevo gabinete.
En los pasillos de Balcarce 50 también circuló, durante las últimas horas, el rumor de que el vocero Manuel Adorni asumiría como jefe de Gabinete, una versión que salió de un sector del oficialismo con el claro propósito de socavar la autoridad del ministro coordinador. La operación no prosperó.

Ratificado en su cargo por el propio Presidente, Francos se mostró fortalecido: apuró la convocatoria a los gobernadores y logró un encuentro que terminó siendo un éxito político para Milei, con veinte mandatarios presentes y un clima de distensión que el oficialismo interpretó como un gesto de validación.
En paralelo, el PRO atraviesa su mayor fractura desde su fundación. El sector que responde a Patricia Bullrich, con Damián Arabia como operador legislativo, avanza en la creación de un bloque propio que acompañe la agenda libertaria en Diputados. Entre las posibles incorporaciones se mencionan a Silvana Giudici, Sabrina Ajmechet y Laura Rodríguez Machado, entre otros. La jugada —que apunta a conformar un “bloque libertario blue”— ya había sido anticipada por María Cafferata en elDiarioAR y dejó al macrismo original de Cristian Ritondo en una posición defensiva.
El reacomodamiento en el Congreso refuerza la idea que sobrevuela la Casa Rosada: Milei ya no depende enteramente del PRO para garantizar la gobernabilidad. La victoria del domingo amplió su representación parlamentaria —80 diputados y 18 senadores propios— y redujo la capacidad de negociación del expresidente, que ve cómo su fuerza se desdibuja en manos de los libertarios.

De todos modos, el intercambio de esta noche no estará exento de gestos. Milei buscará mantener abierta la línea con Macri, sobre todo en temas sensibles como la licitación de la Hidrovía, donde el exmandatario promueve el desembarco de Guillermo Dietrich, pero el área está bajo control del ministro Caputo y de su delfín Iñaki Arreseygor. En ese tablero, tanto Karina como Santiago Caputo coinciden en blindar los organismos estratégicos y evitar que el PRO meta la cuchara.
El contexto general también juega a favor de la cautela. Ayer, en la reunión con gobernadores, Milei buscó proyectar una imagen de liderazgo dialoguista. Los mandatarios hablaron de “buen clima” y de la “generación de ámbitos de diálogo”, aunque aclararon que “nada fue concreto”. El Presidente tomó nota: las reformas estructurales avanzarán con o sin el apoyo pleno del macrismo.
PL/CRM
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