Miles de personas, todas las que pueden caber en el espacio que ocupa la fachada de la catedral de Sevilla que da a la avenida de la Constitución y el ancho de esa vía, se han concentrado en la tarde de este miércoles para clamar contra la gestión del Gobierno de Juan Manuel Moreno en el escándalo por el retraso en el diagnóstico del cribado de cáncer de mama, que afecta, al menos, a 2.000 mujeres. La indignación de los asistentes -muchas pacientes oncológicas o familiares de personas con tumores, pero también víctimas de las largas listas de espera y jóvenes y mayores sanos- se ha canalizado primero clamando por la defensa de la sanidad pública, entre palmas, y ha terminado pidiendo la dimisión del propio presidente de la Junta, un grito que no se había escuchado en ninguna de las multitudinarias manifestaciones convocadas en estos últimos cuatro años por Marea Blanca, ni en ninguna otra marcha de protesta hasta hoy.