A 500 metros de la Caja Mágica de Madrid el día ya se adivina distinto. “Tela con la gente que baja”, dice un hombre con una cerveza en la mano sentado en el bar que visita cada viernes. “Muchísima, muchísima gente. Por eso de los videojuegos”, le responde su amigo, incrédulo. Acierta en ambas cosas: el videojuego en cuestión se llama League of Legends (LoL) y los miles de jóvenes que “bajan” lo hacen para disfrutar del primer día de las finales europeas del eSport, que convertirán a Madrid el fin de semana en el epicentro mundial del videojuego.