
Yolanda Guijas, de 59 años y con una esclerosis múltiple que le limita la movilidad a pie, y su marido vivieron en 2021 una situación “muy desagradable” y “humillante” cuando el comandante de un avión de la compañía Vueling les negó embarcar con la silla de ruedas eléctrica que utiliza ella. El piloto principal llamó a la Guardia Civil para que les desalojaran del puente aéreo. No les permitió volar de Sevilla a Bilbao con la moto adaptada dentro de la nave porque llevaba una batería y tuvieron que alquilar un coche para realizar ese trayecto por carretera: “Fue deprimente, una falta de humanidad”, comenta Yolanda. El matrimonio reclamó ante la justicia una indemnización de 288 euros por el “daño moral” que se les causó y una compensación económica por los gastos que tuvieron que asumir tras quedarse fuera del pasaje. Un juzgado de Bergara (Gipuzkoa) ha aceptado plenamente esta reclamación y este mes ha condenado a Vueling Airlines, sin posibilidad de recurso, a abonarles 1.500 euros más los intereses. “El dinero es lo de menos; yo solo quiero que esto no le vuelva a ocurrir a nadie más”, afirma la perjudicada.





