
El interrogatorio a la ex alto cargo de La Moncloa y dirigente del PSOE madrileño Pilar Sánchez Acera había consumido ya un cuarto de hora. La acusación particular en el juicio al fiscal general del Estado porfiaba en hurgar en el pantallazo con el famoso correo en que el abogado del novio de Isabel Díaz Ayuso admitía sus delitos fiscales y que Sánchez Acera recibió el 14 de marzo de 2024 de un periodista de cuyo nombre, según ella, no puede acordarse. La pretendida implicación de La Moncloa en la filtración del correo había quedado hace tiempo fuera del caso, después de que la Sala de Apelaciones del Supremo constatase que el juez instructor, Ángel Hurtado, la dio por hecha sin más. Así que el pasado miércoles, en la vista oral del juicio, el presidente del tribunal, Andrés Martínez Arrieta, intervino para recordar al abogado de la acusación que ese era asunto cerrado.






