
A partir de diciembre, Estados Unidos implementará una nueva tecnología de reconocimiento facial para todos los no ciudadanos que entren y salgan del país norteamericano. La medida, que incluye a inmigrantes con visas, residentes permanentes y visitantes, busca reforzar la seguridad nacional, prevenir el uso de documentos de viaje fraudulentos y mejorar el control migratorio mediante la recopilación de fotos y otros datos biométricos en los aeropuertos.
De acuerdo con un registro publicado el viernes pasado en el Federal Register, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) puede “requerir que todos los extranjeros sean fotografiados al entrar y salir de Estados Unidos, y puede exigir que los extranjeros no exentos proporcionen otros datos biométricos”.
La regla final también actualiza las regulaciones al eliminar las referencias a programas pilotos y a la restricción de puertos, lo que permite recolectar datos biométricos de los extranjeros que salgan desde aeropuertos, puertos terrestres, marítimos o cualquier otro punto de salida autorizado.
La implementación de este sistema comenzará el 26 de diciembre. Aunque la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) en la actualidad solicita fotos y huellas digitales a visitantes, inmigrantes con visas y tarjetas verdes, y algunos ciudadanos estadounidenses, y la Administración de Seguridad del Transporte (TSA, por sus siglas en inglés) también utiliza este sistema para verificar documentos de viaje en ciertos aeropuertos, exigir estos datos en cada salida representará una novedad.
Además, la CBP podrá aplicar la tecnología de reconocimiento facial a niños menores de 14 años y a personas mayores de 79, grupos que actualmente están exentos.
La implementación del sistema de reconocimiento facial de entrada y salida comparará los datos biométricos de los pasajeros para reforzar la seguridad nacional:
Según indicó el comunicado, la ausencia de un proceso de salida biométrica eficaz permitió que los extranjeros presentes en Estados Unidos sin haber sido admitidos o con libertad condicional, o que excedieron su período autorizado de estancia, eludan las leyes migratorias y el tiempo de exclusión asociado a la presencia ilegal.

Para el año fiscal 2022, el DHS estimó que aproximadamente 853.955 individuos que ingresaron por vía aérea o marítima y se esperaba que salieran ese año, excedieron su período legal de admisión, lo que representa el 3,67% de los extranjeros que llegaron por esos medios.
La tecnología que implementará combina la información previa de los pasajeros con las fotografías que los pasajeros proporcionaron al gobierno de EE.UU. para facilitar los vuelos internacionales, con el fin de crear galerías de plantillas faciales que correspondan a quienes se espera que lleguen o salgan del país en un vuelo, viaje marítimo u otro medio de transporte.
Las imágenes pueden provenir de solicitudes de pasaporte, visas, trámites de inmigración o interacciones anteriores con la CBP durante inspecciones fronterizas.

Una vez creada la galería, la tecnología de comparación facial comprueba la fotografía en vivo del viajero con las plantillas almacenadas. Si existe una coincidencia, la identidad del pasajero queda verificada. En casos específicos, también pueden tomarse huellas digitales, únicamente cuando sea necesario para vincular con registros biométricos previos.
La CBP estima que este sistema podría implementarse completamente en todos los aeropuertos y puertos marítimos comerciales en un plazo de tres a cinco años.





