Brenda del Castillo y Morena Verri, de 20 años, y Lara Morena Gutiérrez, de 15, fueron víctimas de un triple crimen en Florencia Varela. La policía confirmó el miércoles que sus cuerpos fueron hallados en una casa situada en Jáchal y Chañar, en la misma zona donde se registró la última señal del celular de una de las chicas.
Las tres jóvenes fueron vistas por última vez el viernes en la rotonda de la localidad bonaerense de La Tablada, en Monseñor Bufano y Avenida Crovara, en donde las recogió una camioneta Chevrolet Tracker blanca.
Hasta el momento hay doce personas detenidas. Entre ellos dos parejas, una de ellas propietaria de la casa ubicada en Jáchal y Chañar, donde la policía encontró los cadáveres. Esos cuatros sospechosos detenidos son Miguel Ángel Villanueva Silva, de 27 años, de nacionalidad peruana, Daniela Ibarra, de 19, Andrés Maximiliano Parra, de 18 años, y Magalí Celeste González Guerrero, de 28 años. El jueves negaron a declarar y seguirán presos. El fiscal Gastón Duplaá los notificó que los acusaba de “homicidio calificado por haber sido cometido con el concurso premeditado de dos o más personas, por ser cometido por alevosía y ensañamiento y por ser cometido por un hombre contra una mujer mediante violencia de género”.
Según la investigación, las jóvenes fueron torturadas antes de ser asesinadas en el contexto de una venganza perpetrada por una banda de narcotraficantes peruanos porque, supuestamente, una de ellas se habría quedado con un alijo de cocaína.
En unos allanamientos el miércoles en la villa Zavaleta, la policía detuvo a ocho acusados de integrar la organización que asesinó a las chicas de La Matanza. Sin embargo, podrían quedar en libertad, ya que según fuentes judiciales, ninguno de los sospechosos quedó formalmente imputado.
Al mismo tiempo la investigación reveló que la sesión del tomento de las chicas fue trasmitida en vivo por Instagram en un grupo cerrado en el que participaron 45 personas.
Morena Verri, Brenda del Castillo y Lara Gutiérrez fueron torturadas antes de ser asesinadas en el contexto de una venganza perpetrada por una banda de narcotraficantes peruanos porque, supuestamente, una de las jóvenes se habría quedado con un alijo de cocaína.
Según fuentes oficiales, a Lara, la chica de solo 15 años, le amputaron los cinco dedos de la mano izquierda y una oreja, antes de cortarle el cuello. Sobre ella, los asesinos aplicaron la mayor saña. A Brenda le asestaron varios puntazos en el cuello para torturarla, la golpearon en la cara y la asesinaron de un fuerte golpe que le provocó aplastamiento macizo facial. Después de matarla, los asesinos le abrieron el abdomen.
En tanto que Morena, igual que Lara y Brenda, también fue sometida a una golpiza en el rostro antes de quebrarle el cuello para matarla.
Tiene apenas 23 años. Se hace llamar Pequeño J o Julito. Es de nacionalidad peruana y está sindicado como el capo narco que ordenó torturar y matar a Morena Verri, Brenda del Castillo y Lara Gutiérrez. Su base de operaciones es la villa 21-24, en el límite entre los barrios porteños de Barracas y Nueva Pompeya.
“Es un desquiciado. Decidió disciplinar a sus lugartenientes mostrando lo que es capaz de hacer para construir autoridad”, sostuvo el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, sobre Pequeño J. y su decisión de transmitir por Instagram las torturas de las que fueron víctimas Verri, de 20 años; Del Castillo, de 20, y Gutiérrez, de 15.
Según reconstruyó LN+, en base a la declaración de familiares, las tres chicas habían salido de la casa de Morena en Ciudad Evita el viernes para encontrarse con una persona en esa rotonda de La Tablada.
Sabrina, la madre de una de las chicas sostuvo que eran trabajadores sexuales. De acuerdo con Antonio, abuelo de Morena y Brenda, las tres se trasladaban “siempre en DIDI” para ir un boliche en Flores. Sin embargo, esa noche dijeron: “No, anulalo, que nos vienen a buscar’”.
Según esta versión, se iban a encontrar con una persona que les habría prometido la entrega de unos 300 dólares a cada una.
La madre de Brenda del Castillo, una de las tres jóvenes de La Matanza que fueron asesinadas y sus cuerpos encontrados en una casa en Florencio Varela, compartió un desgarrador testimonio tras conocer la noticia del triple crimen. La mujer pidió justicia por su hija. “Era una nena buena y ninguna de las tres se merecía terminaron como terminaron”, señaló en diálogo con los medios, donde se encontraba LN+.
Por el momento hay cuatro detenidos y un prófugo por el crimen. Familiares, amigos y allegados realizan una concentración en La Tablada para pedir por justicia. Desde allí la madre de Brenda brindó unas palabras. “Me la sacaron y quiero que paguen por todo lo que me hicieron. Hoy vi la foto de ella, de su manito sangrada. Quiero que paguen todos”, reclamó.
Antonio, el abuelo de Brenda Del Castillo y Morena Verdi, dos de las chicas encontradas muertas en una vivienda de Florencio Varela, afirmó en diálogo con un móvil de LN+ que “después de la autopsia la familia quedó destrozada. No podemos parar de llorar”.
“Brenda y Morena siempre se peleaban para ver quien iba a llevar la manija de mi ataúd. Brenda decía: ‘la manija de adelante la voy a llevar yo, Tata’. Y yo ahora tengo que llevar la manija del cajón ella”, recordó Antonio. Sobre su entorno familiar, agregó: “Mi señora llora, mi hija llora: no podemos parar de llorar”.
“El fiscal Gastón Dupláa es un impresentable”. Así definió Federico Celedón, primo de Brenda Castillo (20) y Morena Verri (20), al fiscal titular de la UFI N°2 descentralizada de La Matanza. “En la fiscalía arrancaron con el pie izquierdo, porque el viernes, cuando fuimos a hacer la denuncia, nos dijeron que teníamos que esperar hasta el lunes para encontrar a alguien de turno”.
En diálogo con un móvil de LN+, Celedón manifestó que “ya no espera nada de nadie” y que solo piensa en estar con su familia. “Que la policía se ponga las pilas para investigar bien a fondo todo esto. Porque estoy convencido que nunca va a desaparecer el familiar de un empresario o un político”, remató.
El abogado penalista Rodolfo Zárate visitó los estudios de LN+ para analizar el triple crimen en Florencio Varela. “Este delito se tipifica como narcofemicidio porque cuando un narco mata a su víctima no utiliza los mismos métodos“, dijo Zárate. ”Cuando son mujeres utilizan un método más violento y sanguinario“, detalló el especialista.
Además, analizó los nuevos organigramas de las bandas narco. “Estas organizaciones ya no son como antes cuando, desde la cabeza hasta el último eslabón, era toda la misma cadena. Ahora actúan como células independientes”, explicó el abogado.
“Me hicieron firmar un papel y no me dejaron reconocer el cuerpo de mi hija”. Así reconstruyó Leonel, el padre de Brenda, su experiencia en la morgue de Lomas de Zamora. “A la madre de Brenda le mostraron un brazo, que puede ser el de cualquier mujer”, relató.
En su declaración a los medios y mostrando su celular, Leonel dijo: “Si quieren les muestro mi teléfono para que vean: no tengo ni un llamado de la fiscalía, es una vergüenza”. Además, el hombre reconoció “no tener idea” sobre quién es “Pequeño J”. Por último, confesó: “La única paz que puedo obtener es que me digan la verdad”.