Solo una de los 49 españoles de la Flotilla Global Sumud encarcelados la pasada semana en Israel continúa recluida en la prisión de máxima seguridad de Ketziot, en el desierto del Néguev, a unos 200 kilómetros al sur de Tel Aviv. Es Reyes Rigo Cervilla, una activista mallorquina de unos 50 años a quien se acusa de haber mordido a una funcionaria del servicio médico de la prisión el pasado domingo. Sin embargo, otros participantes de la Flotilla —todos ya de vuelta en España— han puesto en duda esa versión al denunciar que la mujer sufrió ese mismo día un episodio de gran violencia en el que los funcionarios de la cárcel llegaron a sacarla de una celda arrastrándola por el pelo.