No todos los días se sale a la arena de un anfiteatro romano codo a codo con Santiago Posteguillo, el popular autor de Africanus o Yo, Julia enfrascado actualmente en su monumental serie de seis novelas sobre Julio César, de la que ahora publica la tercera, Los tres mundos (Ediciones B y en catalán Rosa dels Vents). Posteguillo y sus acompañantes accedemos al centro del anfiteatro por una escalera desde las oscuras entrañas de la instalación bajo la pista, como lo hacían en sus sangrientos días fieras y gladiadores. No vamos ataviados de tracios, mirmilones o reciarios pero la experiencia de salir al exterior te hace entornar los ojos y tragar saliva como, seguramente, les ocurría a ellos. “No os separéis”, dice el gracioso del grupo citando a Máximo Décimo Meridio en Gladiator y frotándose las manos con un puñado de tierra que ha recogido del suelo. “No sabemos a qué nos enfrentamos, pero es más fácil que sobrevivamos si peleamos juntos”. Posteguillo sonríe. Menos animosa, una chica musita con sentimiento, abrumada por el escenario: “Jo, qué palo ser gladiador”.