Aunque hay corrientes de opinión que sostienen que propalar la subida de Vox es un artefacto más de la propaganda del Gobierno, no lo ve exactamente así el más afectado directamente: el PP. Una muestra evidente de la preocupación de los populares se constató este domingo en el Palacio Real, por el tenor de las conversaciones informales de dirigentes y gobernantes autonómicos. Vox crece y empieza a saltar entre bloques ideológicos. El dibujo actual es de amenaza a las mayorías absolutas del PP allí donde ahora la tiene. También en Andalucía. Santiago Abascal, presidente de Vox, llamó al jefe del Estado para comunicarle que no estaría en la recepción anual de la Fiesta Nacional, tampoco en la tribuna de autoridades para asistir al desfile. Abascal no quiere estar bajo el mismo techo que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El monarca escucha, toma nota y no polemiza sobre las acciones de los partidos políticos, tampoco del Gobierno, le guste o le disgusten.