Algunas decisiones en la vida solo admiten consecuencias extremas: se puede quedar como un genio o como un idiota. Wang Chuanfu (Wuwei, China, 59 años), el CEO de BYD, quiso demostrar la seguridad y limpieza de las baterías que desarrollaba su empresa durante una reunión con Berkshire Hathaway, la firma de Warren Buffett, bebiéndose un vaso del líquido electrolítico de una de ellas. Todos quedaron atónitos. Años después, convertido en el hombre más rico de China, el veredicto es evidente: es un genio.
Un hombre familiar
En OurChinaStory, un portal de noticias chino, se menciona que, incluso después de hacerse rico, Wang decidió permanecer cercano a su familia: vivió con su hermano y cuñada en Shenzhen para “retribuir su apoyo”.