Día soleado, desde la maravillosa terraza del Hotel María Cristina en San Sebastián, improvisamos un set de entrevistas. Con vistas al Palacio de Congresos y Auditorio Kursaal, sede de la 67ª Edición del Festival Internacional de Cine, el actor chileno Benjamín Vicuña disfruta de la presentación de su nueva película Así habló el cambista.
Benjamín Vicuña es el actor chileno, aunque ya argentino de adopción, que nos ha robado el corazón a los amantes de las telenovelas, no solo por “llevarse” a nuestra diosa China Suárez, sino por hacer que lo amemos y odiemos gracias a su personaje en Argentina, tierra de amor y venganza, donde interpreta a Torcuato Ferreira a un galán malo, malísimo, con un costado de ternura y compasión, que lo daría todo por Alicia, su talón de Aquiles.
En Así habló el cambista, el largometraje que lo trajo a España dirigido por Federico Veiroj, Vicuña interpreta a Javier Bonpland, un personaje que desmantela el paraíso del protagonista Humberto Brause en el contexto de una Argentina y un Uruguay que vivían bajo respectivas dictaduras, y en las que el cambio de divisas fue una de las actividades ilícitas que enriqueció a más de uno.
La historia está basada en la novela de Juan Enrique Gruber y el actor chileno, que también participó en la serie española Vis a vis, ha recibido muy buenas críticas por su papel.
“Así habló el cambista es una película que habla sobre la ambición, el poder y el dinero, una época turbia de la historia en Uruguay y Argentina. Fue muy emotivo poder filmar en Montevideo, hay lugares como el casco histórico, los cuales aparecen en la película tal cual están en la realidad. Es una historia que todos reconocemos y lamentablemente compartimos: historias de dictaduras y corrupción”, cuenta Vicuña.
“Me ha tocado trabajar muchas veces en España, distintos ciudades, pero me reservé venir a San Sebastián para conocerla en el marco del festival; estoy muy feliz de haber venido y disfrutarlo con mi familia”, confiesa Benjamín.
De villano a villano
Su personaje en el filme es un ser turbio, un registro diferente, aunque ahora en la telenovela Argentina, tierra de amor y venganza tampoco es que caracterice un personaje muy amable. “Me siento cómodo en este registro de villano, tiene su encanto defender lo indefendible”, relata.
“Más allá de que el personaje está muy bien escrito, tomé tres perfiles referentes en esto de la villanía con vetas sensibles: Vito Corleone de Marlon Brando en El Padrino, la Zulema Said de Najwa Nimri en Vis a Vis, y el Pablo Escobar de Wagner Moura en Narcos“, explica Benjamín.