Londres sufrió ayer lo que la policía británica considera un ataque terrorista. Anoche, la investigación no había esclarecido todavía la motivación del atentado. Debido a sus características, muchos ciudadanos habrán inferido una inspiración islamista. Corresponde a la justicia británica establecer lo que ocurrió. Al margen de las que sean las conclusiones de la investigación sobre este episodio en concreto, y pese a que en los últimos años la intensidad del terrorismo islamista en Europa haya descendido, es evidente que este sigue siendo una amenaza muy grave. El retorno de combatientes del antiguo califato del ISIS acentúa los riesgos. Esto, sin embargo, no debe reducir la atención sobre otros riesgos que se ciernen sobre Europa: antisemitismo e islamofobia.