
En un gesto que mezcla culpa acumulada y redención tardía, un tipo anónimo del norte de Alemania ha devuelto un cráneo robado hace seis décadas de las catacumbas de la Catedral de San Esteban en Viena. El artefacto, parte de los restos de unas 11.000 personas enterradas principalmente en el siglo XVIII —incluyendo nobles vieneses—, fue sustraído durante una visita guiada por un joven turista impulsado por una exuberancia juvenil, como él mismo la describe en una carta adjunta al paquete. El envío llegó hace poco a la catedral, donde el archivero Franz Zehetner lo abrió con incredulidad: “No es algo que uno espera”, confesó a la prensa, aún procesando el hallazgo inesperado. La historia, que evoca las tramas de novelas góticas pero anclada en la realidad contemporánea, revela cómo un acto impulsivo puede perseguir a alguien por media vida. El remitente, ahora en las etapas finales de su existencia, motivó su devolución con un deseo profundo de hacer las paces consigo mismo. En su misiva, detalla el robo como un arrebato de curiosidad malsana en las oscuras galerías subterráneas de la catedral, un laberinto de osarios que alberga no solo huesos, sino ecos de la historia Habsburgo. Zehetner, tras verificar la autenticidad del cráneo —preservado con esmero durante décadas—, lo elogió por su cuidado: “Fue conmovedor que alguien quisiera enmendar un acto de exuberancia juvenil”, y subrayó que, en lugar de destruirlo, el ladrón optó por custodiarlo con respeto, desafiando incluso las normas éticas. Una vez más, este episodio ilustra el poder atávico de los objetos patrimoniales: no solo como reliquias, sino como catalizadores de conciencia moral. El cráneo, cuya identidad sigue siendo un misterio envuelto en el anonimato de los siglos, fue reenterrado solemnemente en la catedral, cerrando un ciclo que cruzó fronteras y generaciones. En un mundo…
The post Sesenta años después, el turista devuelve el cráneo robado de la catedral de San Esteban en Viena appeared first on Periodista Digital.






