Edgardo Bauza está convencido. Argentina volverá a ganar un Mundial en Rusia. En sus tours mediáticos –la agenda del rosarino no sabe de respiros– se anima a redactar el guion de la proeza. La narrativa incluye un epílogo emotivo: Leo Messi, capitán y campeón con Argentina, le ofrenda la Copa del Mundo a Francisco en el mismísimo Vaticano. Fútbol, gloria, religión, fe, el Papa… La novela de Bauza no repara en ingenio. Sin pretensiones irónicas, el DT idealiza. Soñar regocija el alma. Pero evadir la realidad es un viaje sin retorno. En el aeropuerto del Fútbol, hace rato que nos sellaron el pasaporte de la decadencia. Y no reaccionamos.
Analicemos a la Selección. Hoy por hoy, Argentina está en zona de repechaje. El equipo es anárquico; carece de guion. Alejado del juego, se encomienda a los futbolistas. En especial, Messi. El entrenador alega que no tiene tiempo para trabajar. En el análisis fino, suena a excusa. Bauza viaja poco a Europa. Y cuando va, sólo se fotografía con los futbolistas. Ni siquiera es capaz de organizar un entrenamiento táctico en los días libres de los jugadores. Ausencia de ingenio, pereza, pasividad. Para más inri, Bauza ostenta un vicio afín al de sus antecesores: el capricho en las convocatorias. Incapaz de depurar un plantel que pedía a gritos la renovación, el Patón continúa citando a los mismos. Y le niega un lugar a quienes lo merecen por rendimiento y presente (Icardi es el caso testigo más emblemático). No seré diplomático. La Selección se asemeja a una logia. Nadie ingresa al grupo masónico sin la aprobación de los referentes. Eso también hartó al hincha. Aunque al predicador de Rosario lo envuelva la fe.
Radiografiemos al fútbol argentino. Ni siquiera comenzó el campeonato local. Anunciado para el 3 de marzo, Agremiados convocó un paro. Planteles con sueldos atrasados; clubes al borde de la quiebra; empleados que no cobran hace meses. Kafka estaría en su salsa. El Gobierno nacional oficializó el final de Fútbol Para Todos (FPT). Ante la rescisión, los clubes exigen una indemnización millonaria. En medio de la negociación, relucen las miserias de unos y otros. Te doy, me das. Si no me das, no hay fútbol. Si te doy, quiero algo a cambio. Patetismo al cubo. ¿Derechos de televisión? Fueron licitados y se presentaron tres oferentes. ESPN, Fox Turner y Mediapro. En el colmo del despropósito, la Asamblea de la AFA se opuso a que Conmebol realice los controles de idoneidad a los candidatos a presidente. (Paréntesis. Luego de muchas idas y vueltas, la Asamblea Extraordinaria determinó que los comicios se celebren el 29 de marzo de 2017). Angelici –un Grondona ilustrado 3.0– pretende que el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, entidad donde se desempeña como vicepresidente, oficie de contralor de los candidatos al sillón de Viamonte ¡Bochornoso! Indignados, ESPN, Fox Turner y Mediapro amenazaron con retirar las ofertas. La estrategia de Angelici obedece a que el presidente de Boca quiere imponer en la AFA a ‘Chiqui’ Tapia, hombre fuerte del Ascenso y cuñado del sindicalista Hugo Moyano. Al mismo tiempo, el ‘Tano’ Angelici sedujo a Tinelli con la presidencia de la Superliga. Resumiendo, Tapia y Tinelli al Gobierno; Angelici al Poder. Ofuscado por la maniobra del presidente de Boca en el Colegio de Abogados, Tinelli retiró su representante de la Asamblea. Por ende, San Lorenzo fue el único club que se alineó con la Conmebol.
La surrealista novela tendrá nuevos capítulos. Entre tanto, el fútbol argentino se sigue desangrando. Los dirigentes sólo buscan su beneficio. Infantino está harto de tanto escándalo. Por ahora, la FIFA no tomó medidas extremas. Pero Argentina camina por la peligrosa cornisa de la desafiliación. En modo zen, Bauza predica. La fe del Patón mueve montañas. ¡Que no se nos resfríe Messi!