Llevo un par de días pensando en qué receta quería compartir con ustedes en esta nueva entrega de Argentinos.es y no acababa de decidirme. Suelo hacer una lista previa para luego analizar las elecciones por temas, calidad de imagen, temporada del año o fecha festiva. Cuando por fin decido, al final siempre caigo en cuenta de que la receta elegida, es alguna a la que le tengo apego especial porque tengo una historia que contar. Ahí va la historia con receta.
Hace muchooooo tiempo, cuando apenas llevaba un año viviendo aquí en Madrid, trabajaba de camarera y buscaba cómo complementar mi salario. Siempre me había gustado la repostería y me veía con arte para hacer tortas o dulces para ganarme un dinerito extra. Ahora pienso que bastante inconsciente fue lo mío desde el punto de vista técnico porque no tenía ninguna formación todavía…. pero bueno, un punto de audacia es de agradecer para superar ese tipo de momentos.
Así fue que en el Viva Madrid, bar al que solía frecuentar y que era reducto argentino por antonomasia en el Madrid de Las Letras, su dueño me propuso que elaborara algún dulce para acompañar los cafés en las tardes. Su esposa era alemana y ella sugirió que hiciera “apfel strudel”.
Recuerdo que cuando me lo dijo, yo casi apenas sabía de qué se trataba, pero como buena ariana echada para adelante, le dije que contara con ello, que yo haría los strudels añorados por su mujer.
Cuando llegué a casa, acalorada por embalarme sin saber siquiera cómo era la receta, me puse a buscar en libros la dichosa elaboración. A Dios gracias, mi biblia gastronómica argentina, el libro Cocinando con la señora de Siemienczuck, la tenía y me puse manos a la obra.
Para los que nunca lo han hecho, la masa del apfel strudel es una elaboración sencilla pero lleva su trabajo y cuidado, tiene que tener una textura y humedad especial para que pueda ser estirada lo máximo posible. Dicen que se tendría que poder leer el periódico a través de la masa.
No sé cuántos strudels de manzana hice de prueba para estar segura que el resultado era de calidad. Mis compañeros de piso Antonio y Myriam pueden dar fe, nuestro piso olía permanentemente a manzana asada y canela. Delicia de aromas al menos…
Finalmente, llevé una tarta de prueba y triunfé. Durante varios años hice esta tarta que se transformó en un clásico de las tardes del Viva Madrid.
Demás está decir el inmenso cariño que le tengo a esta receta. Ella me retrotrae a esos chispeantes momentos de juventud, de ansia por demostrar que podía valerme por mí misma en otro país y forjarme un futuro. Me hacen recordar que con determinación y sacrificio cualquier empresa tiene su éxito… como siempre me recomendaban mis nonos Paolina y Sixto.
¡Va por ustedes nonos queridos!
Strudel de manzana y frutos rojos
Masa:
- 250 gr de harina
- 1 huevo
- 50 gr de mantequilla
- 75-80 gr agua tibia salada
Relleno:
- 4 manzanas golden
- 300 gr de fresones, frambuesas, arándanos frescos
- Canela en polvo
- 1 cucharadita de café
- Zumo de un limón
- 100 gr de nueces (yo uso pacanas)
- 100 gr de bizcochos de soletilla o vainillas desmenuzadas
- 4 o 5 cucharadas soperas de azúcar moreno
- Mantequilla 150 gr en trocitos o derretida
Hacer una corona con la harina, colocar en el centro los 50 gr de mantequilla bien blanda y el huevo, unir estos ingredientes sin tomar harina. Ir añadiendo de a poco el agua tibia con punto de sal, de manera que se haga como una crema ligera. A partir de allí, ir incorporando la harina poco a poco hasta formar una masa suave, más bien blanda. Amasar a mano o en un robot unos diez minutos. Hacer un bollo, colocarlo en un plato o bol, taparla con una cacerola previamente calentada. Antes de que se enfríe completamente volver a calentar. Hacer esta operación durante 20 minutos. Pasados este tiempo, extender sobre la mesa de trabajo sobre un papel del horno o sobre un poquito de maicena espolvoreada. Extender un rectángulo de unos 40 por 50 aprox. Debe quedar muy, muy fina.
Pelar las manzanas, quitarles las semillas y cortar en rebanadas finitas. Rociar con jugo de limón y espolvorear con azúcar moreno.
Espolvorear el rectángulo de masa con canela, las vainillas trituradas. Añadir las nueces. Escurrir bien las manzanas e ir colocando de manera uniforme, siempre dejando unos 5 cm de masa todo a su alrededor. Encima colocar trocitos de mantequilla. Coronar con los frutos rojos. Hacer como una solapa con la masa que dejamos sin rellenar. Arrollar completamente. Con la mantequilla sobrante pintar toda la superficie del strudel. Llevar a una placa de horno con un papel de horno. Hornear a 180º durante 40- 50 minutos. Dejar enfriar y espolvorear con azúcar glas, polvo de fresas y pétalos de flores. Servir caliente con helado o crema agria.